mayo 2, 2024

La vuelta al mundo en 80 eructos

MARIO GARCÍA///

@arrozavec

¿Qué países nos reciben hoy con una sonrisa si viajamos con gases guturales en la maleta? 

Señal de buen comer en algunas culturas, incomprendido en otras… El eructo representa el broche a un gran banquete o simplemente un saludo de tus entrañas. Ya es hora de darle la legitimidad que merece. 

Si existe un dark tourism que anima a patearse lugares truculentos, ¿por qué no abrirle las puertas a un burp tourism en el que podamos quedarnos bien anchos allá donde vayamos sin que nadie nos clave la mirada? Afortunadamente, son varios los territorios en los que se profesa un cierto culto al eructo a día de hoy. Toma nota.

Una de las civilizaciones más antiguas del mundo no puede estar equivocada. Y es que, en varias regiones de China, el eructo es señal de satisfacción culinaria. Incluso suben la apuesta abarcando casi cualquier ruido esgrimido en la mesa, como sorber la sopa hasta que te quedes sin aliento. Y, por si quieres unirte a la fiesta, escupir por la calle no está para nada reprobado. Algunos lo vinculan a la idea de la medicina tradicional china de equilibrar el cuerpo mediante sus fluidos, y otros a un alivio más fisiológico por el peso del picante en la comida o por la contaminación de muchas ciudades. 

Así que ya sabes, si viajas por allí, regálales los oídos con un gorilón de cinco segundos y no cabrán en sí de gozo. Eso sí, en cuanto al resto del continente asiático vete ya con más ojo, porque aunque hay otras zonas donde sí parece más o menos claro que comparten esta visión, como India, en otras regiones eructar es considerado una burla a los ancestros.

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En varios países árabes, tampoco hace falta aguantarse las ganas. Marruecos es uno de los lugares que abrazan este ritual como forma de darle cinco estrellas de valoración a una comida. De hecho, esta envidiable ceremonia fue exportada a España durante la conquista, pero acabamos sustituyéndola por el aburrido “¡Qué aproveche!”. Una oportunidad perdida para colocarnos como país referente en la materia… 

Por su parte, en la cultura esquimal canadiense, los gases son considerados casi un regalo. Y digo gases y no eructos porque, como te estarás temiendo, los esquimales incluyen también en la ecuación los evacuados por la tubería de atrás. Esto parece estar relacionado con las propias características de su dieta, que aboga más por el estreñimiento que por un flujo alegre al baño. ¡Hasta tienen un dios (Matshishkapeu) traducido como “hombre pedo”! 

Tengas o no la oportunidad de visitar alguna de estas aventajadas sociedades, te animo a sentar cátedra entre tu gente y a que pongas tu granito de arena por construir un movimiento global. Donde lo que impulse nuestro espíritu no sean los burpees sino el burping. Donde los amigos sean recibidos a golpe de exabrupto. Donde en las primeras citas acabemos compartiendo orgasmos del esófago. Y, en definitiva, donde todos abracemos un lenguaje universal sin barreras idiomáticas ni prejuicios.  

PD: Si no tienes aún una habilidad plena, deja que ella te enseñe. 

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