Mylo, el cuero vegano hecho a base de hongos que te dejará flipando
SARA FONT ///
@sfontastic
Si te dijera que hay un bolso de Stella McCartney que está hecho de hongos, ¿me creerías? Y no, no me refiero a que la diseñadora se drogue para diseñar, sino a que está confeccionado con hongos como componente principal. Literal.
Y es que la industria alimentaria y la moda se unen para ayudar al planeta, usando materiales biológicos y desechos de alimentos para transformarlos en textiles sostenibles y veganos.
Uno de los máximos exponentes en esto de los biomateriales es la compañía Bolt Threads (que colabora estrechamente con McCartney). Bolt Threads es la creadora de Mylo, un cuero vegano fabricado a partir de micelio. ¿Y qué narices es el micelio? Te estarás preguntando. Pues es el sistema de raíces de los hongos bajo el suelo de los bosques. Sí, yo también me quedé muy picuet.
Lo bueno del micelio es que se cultiva (y multiplica) en laboratorios y el proceso tarda solo unas semanas. Lo que supone un gran avance frente a los años que se tarda en criar ganado (además, de la ventaja de no tener que cargarse a miles de vaquitas inocentes).
Sustituir el cuero tradicional por alternativas veganas como Mylo, le ahorra al planeta el 10,6% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Además de reducir la deforestación, ya que una gran parte de ésta se atribuye a la expansión de los pastos para ganadería.
“Bueno, pero seguro que al final el resultado no es el mismo. Mimimi”, dirán los amigos detractores del cambio climático. Pero se equivocan, ya que la diferencia entre un material y otro, a nivel estético, es prácticamente indistinguible. Vamos, que puedes seguir yendo bien chula con tu chupa de “cuero” sin necesidad de estar dándole por saco a la atmósfera.
Pero no solo Bolt Threads está destacando en el panorama de la moda con su cuero vegano. Otras compañías como Orange Fiber, creada por las italianas Enrica Arena y Adriana Santanocito, también lo está petando fuerte en la creación de nuevos textiles.
Orange Fiber, transforma el “palazzo” -es decir, lo que queda tras la producción de zumo de cítricos- en un material que puede hilarse para crear tejidos. Esto supone un gran respiro para el medio ambiente, ya que la cantidad de residuos cítricos que se produce en Italia es enorme. Ay, las rodajitas de naranja para el Negroni, pillines.
Marcas como Salvatore Ferragamo o H&M ya se han atrevido a usar Orange Fiber en alguna de sus colecciones.
Otra empresa a tener en el radar es Keel Labs, que trabaja la acuicultura (prueba a decir acuicultura en voz alta, es muy divertido). El producto estrella de Keel Labs es “Kelsun” un hilo generado gracias a un biopolímero, llamado alginato, presente en las algas.
Por no hablar de Ananas Anam, la empresa que fabrica Piñatex (en serio, 10/10 en naming), un material a base de fibra de hoja de piña creado por la española Carmen Hijosa. Piñatex también se presenta como alternativa sostenible al cuero animal y el proceso para crearlo tardó una década. La espera mereció la pena, ya que entre sus clientes se encuentran desde marcas de altura, como Chanel, Hugo Boss o Camper, hasta firmas pequeñas de autor que buscan crear de forma sostenible.
Esperemos que este solo sea el comienzo y que, en un futuro no muy lejano (ojalá), la moda sostenible sea la norma y no la excepción.
Fotografías:
stellamccartney.com
boltthreads.com
orangefiber.it
keellabs.com
ananas-anam.com